lunes, 6 de julio de 2009

“Solo el cd que me gusta mucho me lo compro original”

Es una de las frases más escuchadas. ¿Las razones?, los precios tal vez, pero una aún mayor es la posibilidad que existe de descargarlo de internet. Es un archivo almacenado en la red y listo para descargarse.
“La piratería es mala porque no nos da derecho de autor pero a través de ella nuestra música llega a mucha gente” dice un músico de una banda argentina. Muchas personas aseguran haber conocido muchas bandas a través de sus temas en internet, lo que a otros quizás le costó esperar años a las salidas de sus respectivos discos.
Es que los músicos se enfrentan a un gran dilema: “la ley que me proteje los derechos de autor puede ser la misma que me haga no tener tantos seguidores”. Esto puede ser reemplazado por “con la piratería, mi música puede llegar a países que jamás soñé que escucharían mi música”.
Es que hay una ausencia de un marco jurídico tendiente a proteger las obras “sueltas” en la internet. Y esto pareciera hacer a este fenómeno difícil de frenar. Afecta a la industria del cine, a la de los juegos, a la discográfica y a la de los libros.
Entonces una de las maneras de ponerle un aviso al usuario para que no descargue archivos de internet es manejarle su conexión y decidir cuando tiene o no internet. Pero esa medida resultó calificada como inconstitucional.
Pero la ley antipiratería tiene dos contras: primero es que la mayoría de medidas que se toman podrían ser inconstitucionales y la otra es que el cliente puede volverse adversario.

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